Varios meses después de su caótica negociación, EL CDF quiere volver a hablar con el portero para que siga en el club.
Pasan los partidos y Agustín Rossi sigue siendo una estrella en Boca. Más dominante unas veces que otras, el portero es una figura indiscutible para Hugo Ibarra y para la afición, que se ha volcado en pedir su prórroga. «Oh le lé, oh la lá, Rossi es de Boca, no se va a ir de Boca», suena desde la grada cuando el 1 entra a calentar. Tras varios meses de incertidumbre, la dirección del Xeneize quiere hacer las paces y llegar a un acuerdo.
Desde aquella explosiva tarde entre Jorge Amor Amel y el representante de Rossi, parecía casi imposible arreglar la prórroga del portero. A ello se
sumó el repentino fichaje de Sergio Romero, que parecía un reproche a la permanencia del ex jugador de Lanús en la portería. Sin embargo, sus buenas actuaciones lo validaron como insustituible y Martín Arévalo confirmó que las partes volverían a juntarse.«La decisión está tomada por Riquelme y el Consejo de Fútbol. Tiene que ver con volver a convocar a una reunión a Miguel González, representante de Rossi, para ver si existe una manera de ponerse de acuerdo», informaron el el programa de Marcelo Palacios en radio La Red.
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Luego, Arévalo agregó: «Desconozco cuando va a ser, calculo que será medio a escondidas. Cuanto más pasa el tiempo, el jugador se siente más libre. Rossi se quiere quedar, pero depende más de Boca que del arquero». Finalizo el periodista.
Hace más de un mes, los desacuerdos entre Boca y Rossi eran económicos y, por la forma en que se expresaban ambas partes, insalvables. Tras varias luchas por la primera estrella, Riquelme y la directiva quieren volver a sentarse.