El mendocino relató su infancia y comentó que su familia pasó por un momento de inestabilidad económica. Los sacrificios que tuvieron que hacer sus padres y las enseñanzas que aprendio durante su adolescencia.
Llegó a River para realizar su sueño de jugar en el equipo el cual es hincha. Pero ha logrado más de lo que soñaba: ganó la Copa Argentina, la Supercopa Argentina, la Copa Sudamericana y dos Libertadores. Una de ellas a Boca eterno rival del Millonario. Pero hay que tener en cuenta que no todo fue feliz en la vida de Enzo.
En entrevista con diario la Nacion, el mediocampista reveló que su infancia en Mendoza fue muy difícil: «No fue fácil. Vivimos en una casa durante 3 meses y en otra casa. Durante 4 me
ses, fuimos nómades. El dinero que era para el alquiler no alcanzaba a veces.» En ese momento, mi viejo hablaba con una persona que conocía y le pidió que tuviera paciencia con él por un tiempo hasta que encontrara trabajo.Una semana tenes trabajo y hay semanas que no. Una vez estuvo trabajando en una obra muy grande ahi si vivíamos en una buena casa, pero tan pronto como termino el trabajo, estábamos afuera otra vez. Una vez vivíamos en un garaje, donde había colchones, mesas y una pequeña cocina.
Para tomar una ducha había que pedir el prestado baño a las personas que viven en la casa. Además, el jugador de 34 años se mostró muy emocionado al recordar el arduo trabajo que tuvieron que hacer sus padres cuando no había suficiente comida: » vi a mi padre a vender su anillo de boda para comprar comida, recuerdo cuando le decía a mi mama que coma con nosotros, y me contestará que no tiene hambre todo para que nosotros tengamos mas para comer. Algunos cumpleaños de la familia no los podíamos festejar por que no teníamos recursos. Había una panadería cerca de nuestra casa. Cuando no vendían nada después de dos o tres días íbamos a pedir las sobras para tener algo.
Por otro lado, el centrocampista comentó lo que su padre le inculcó en su juventud «Soy un apasionado del fútbol desde niño, y esto también incluye entrenar. Sé que necesito estar en buena forma en el campo de juego «.Y para eso tengo que matarme en los entrenamientos. «Mi viejo me inculcó otro valor: el sacrificio, la humildad, el respeto al fútbol. El ambiente es muy difícil. Cuando las cosas te van bien, sobre todo cuando eres joven, los humos se te suben a la cabeza pero por suerte mis padres estuvieron ahi para mantenerme los pies sobre la tierra»